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Blog Abierto - Arte Independiente

La mariposa, el grillo y la paloma

Entre música suave y los tibios rayos de sol entrando por la ventana, pasa la rutina del día, lo cotidiano, lo que a veces se nos escapa por la inercia de vivir. Alguien entra al negocio, interactúa y consigue llevar lo que quiere; se va satisfecho y me quedo esperando al siguiente. Me asomo por la ventana, soñando entre el pasado y el futuro, mientras el presente se pierde. Un grillo en la acera intenta ir más allá y una paloma en la calle esquiva con pequeños brincos un auto que se acerca a la esquina. El sol calienta, pero el aire es frío, tan diferentes uno del otro como mis pensamientos. Una mariposa amarilla perdida en el camino, busca sobrevivir, pero está cansada. Se posa en el pavimento para recuperar fuerzas, tratando de ser invisible. Demasiado bella para morir en las manos de un niño travieso. La gente va y viene, pero no la ven. Solo da unos leves brinquitos y se acerca al grillo, que, tomando un poco más de valor cruza de prisa la calle, esquivando con suerte los autos que ya asustaron a la paloma. Ella vuela, pero no tan lejos, con sus alas alborota a la ingenua mariposa y la atrapa en el aire. Jamás llegó a su destino. Alguien pasa junto al grillo, pero salta y logra esconderse en la alcantarilla. La gente sigue su camino, sin ver a su alrededor, solo miran lo que les interesa, entre los puestos de artesanías, entre otras gentes; sin detenerse a observar a la niña que juega junto a la vendedora, sin detenerse a sentir el calor del sol; sin enterarse de la mariposa, el grillo o la paloma, que quizá solo pensaban en sobrevivir, sin detenerse siquiera a vivir. Entra una persona al negocio y me saca de mis meditaciones. Lo cotidiano, la rutina de nuevo. Quién como la paloma, para volar. 5 de Enero de 2022


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