Alma desnuda

En el vasto lienzo del infinito, donde la esencia del ser se oculta, se encuentra el alma desnuda, un resplandor de luz sin fin. En la desnudez del espíritu, se desvanecen las máscaras del tiempo, los miedos y las ataduras, y emerge la verdad en su esplendor. El alma, mujer eterna, envuelta en la danza de la vida, se despliega como un universo, sin límites, sin fronteras. Las cadenas de la ilusión se rompen, y la libertad se alza triunfante, en el lienzo del alma desnuda, donde renace la esencia del existir. Como mujer, el alma florece, en la delicadeza de su ser, empapada de amor y valentía, en su búsqueda de plenitud y saber. El universo entero se refleja en ella, cada estrella, cada suspiro del viento, es parte de su ser infinito, que vibra en perfecta armonía Y aulla con valentía A la luna exquisita. En el despertar del alma desnuda, la vida se tiñe de colores nuevos, un renacer constante, eterno, donde cada experiencia es un regalo inmenso. Que en cada latido, cada paso, la mujer sin ataduras se descubra, en la danza de la existencia, como el mismo universo en movimiento. Oh, alma desnuda, radiante y libre, que tu luz ilumine los caminos, y que todos los seres encuentren en ti, la esencia pura de su propio ser divino.