El Padre del Tango
- Ediciones Buena Vibra Arg
- 5 nov 2021
- 5 Min. de lectura

En principio recordar que nuevamente suspendimos el 6to. Festival de Tango edición reducida que habíamos programado para el 10 y 11 de Abril, debido a que comenzó la segunda ola del covid, los contagios fueron y son mucho mas acelerados, los números de casos positivos han crecido estrepitosamente, motivo por el cual decidimos creemos que podamos realizar el festival este año.
Bueno esto me llevo a la conclusión que tal como venia haciendo en las primeras ediciones contara algunos pasajes que hacen a la historia de este genero musical que es Patrimonio intangible de la humanidad. Como cada año en el Festival La Cumparsita ha estado presente el Instituto Argentino del Tango con la presencia de su Presidente el Lic. Marcelo Castelo quien ha dejado en cada encuentro un poco de su saber, uno de los temas tocados fue el del “Padre del Tango” Angel Villoldo. El nombre verdadero era Ángel Gregorio Villoldo Arroyos, seudónimo Fray Pimiento. Villoldo fue compositor y letrista y aunque parezca un poco exagerado llamarlo el padre del tango, su influencia fue tan notoria en sus inicios y desarrollo que lo hizo merecer tal apodo. Villoldo fue el gran transformador de los tanguillos españoles, los cuplés, las habaneras, convirtiéndolas en el sonido rioplatense. Escribir era lo suyo y lo hacia con facilidad, así escribió poesías y prosas para comparsas carnavalescas y para revistas de la época como Caras y Caretas. En su obra siempre esta impresa la picardía y los temas del conventillo, el inquilinato, el barrio, siempre usando el lenguaje del hombre común. Acompañado de su guitarra y armónica adosada, divertía en los cafetines y tugurios. En 1889 publico un libro recopilación de versos criollos y en 1916 publico cantos populares argentinos. Fue autor de un método para aprender guitarra editado por la antigua Casa América en 1917 el método América. Con Alfredo Gobi viajo a Francia a realizar registros fonográficos para Gath & Chaves, una de las grandes tiendas argentinas de la época. Villoldo dejo una gran obra, tangos como “el porteñito”, “el esquinazo”, “cantar eterno” (este grabado por Gardel-Razzano), pero sin duda el más importante fue “el choclo” por su melodía y su cadencia, que de no existir la Cumparsita, seguramente seria el tango emblemático.
Otro tango fundamental fue “la morocha”, una letra sencilla y sentida para su amigo compositor Enrique Saborido. Completan su obra tangos como El torito, Cuidado con los 50, Una fija, Yunta Brava, El cachorrito, La bicicleta, Trigo limpio y la Milonga "Matufias o el arte de vivir” que es una descripción clara e impecable de las costumbres de la época, aportando así a nuestra historia, lo que nos conduce a valorar a este compositor como un singular artista.
En conclusión lo que nos quedo claro luego de la charla que oportunamente realizo el IAT en el Festival 2do realizado en 2016, fue que se había constatado la fecha de nacimiento de Ángel Villoldo, ya que tras una ardua investigación en las iglesias (no existía todavía el Registro Civil) donde se podía conseguir el acta de Bautismo, se logro encontrarla en la iglesia Nuestra Sra. de la Merced, donde dice que nació el 16 de Febrero de 1861 en la calle Mayo Nro. 37, esto hizo que los investigadores pudieran además comprobar que no había nacido en Barracas como dicen muchos informes sino en el centro de Buenos Aires.
Hablando de la mujer en el tango y siguiendo la época recordamos el tango la morocha de Villoldo, porque a partir de este tango se tuvo un claro ejemplo de los limites entre la ciudad y el campo. En esa época cuando de los sainetes españoles y los cuplés se fue pasando a un ritmo vernáculo, el tango la morocha, su ritmo, tuvo un éxito inmediato. Fue Flora Rodríguez de Gobbi quien lo grabo en Paris, enviada por la casa Gath & Chaves, famosa tienda porteña. Ángel Villoldo autor de la letra de La Morocha lo dice claramente: “soy la gentil compañera, del noble gaucho porteño”. Villoldo escribió esos celebres versos en 1905, inspirado por su amigo Saborido, quien lo había estado pensando en la confitería de Reconquista y Lavalle. La morocha era para el la cancionista uruguaya Lola Cándales, la pegadiza canción se abrió paso rápidamente, el mismo año de su creación la Fragata Sarmiento llevo cinco mil partituras que repartió en todos los puertos, así los dos amigos se hicieron famosos, los discos de la Gobbi y los pianos familiares hicieron oír hasta el cansancio el tango criollo abriendo el camino para otros. En aquellos tiempos principios del siglo XX las cupletistas eran las dueñas de los tableados de café concert y teatros de variedades, se destacaba Pepita Avellaneda, como reina del cabaret Montmartre, el avance del tango la ubico como encargada del tocador de damas del chantecler en los años cuarenta.
También surgió Linda Thelma junto a Jerónimo Podestá, Guillermo Battaglia y Atilio Supparo, luego se fue a Europa y actuó en España vestida de gaucho. En Paris actuó en Moulin Rouge, con Francisco Canaro en 1925 canto en su orquesta también en Paris. De vuelta a América se instaló en Perú, ambas dejaron algunas grabaciones al igual que Lea Conti y Lola Membrives. Esta ultima conformaba su repertorio con zarzuelas, tangos y aires pampeanos. Otros nombres conocidos de La época eran Dorita Miramar, La pamperito, y Delia Rodríguez. Algunos autores aseguran que Pepita Avellaneda era la mujer de Florencio Parravicini y fue la que introdujo la moda de actuar vestida de varón, que siguieron otras cancionistas como Azucena Maizani y Mercedes Simone. La vida de la noche esta pintada en los tangos, comenzando por la prostitución, lacra social que dio tema a tantas composiciones que describían el drama de tantas muchachas de barrio, engañadas con la promesa de una vida obsequiada. La mujer fue principal protagonista de la noche, por eso la noche porteña fue llevada al tango y quiérase o no el tango es un elemento imprescindible para hacerle una radiografía a Buenos Aires. Muchos escritores estudiaron la influencia social del tango, por ejemplo, el inglés Graham dice “…las señoras lo declaraban encantador…y los hombres afirmaban que era la única danza digna de bailarse”…* y hacia una descripción sensual de la pareja de bailarines lograda en un bello dibujo.
En Paris el tango se bailaba mucho antes que en Buenos Aires cuando todavía era considerada una danza orillera, marginal y rechazada por la mayoría. Desde principios de siglo la capital francesa fue un centro de difusión activo del tango. Un escritor de la época dijo “mediante una marcha fulminante ha invadido los salones, los teatros, los bares, clubes nocturnos, grandes hoteles y merenderos, hay The tango -exposiciones tango- tango conferencias…”*
* la alijaba segunda época vol.V - 1999
Lili García
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