Debates sobre la vida y la muerte

La vida es efímera… ¿y si contamos con solo un minuto para vivirla? ¿y si ese minuto ni alcanza? ¿y si nos damos cuenta que en realidad no hemos vivido como queríamos?

La muerte… qué glorioso y aterrador momento en que el cuerpo descansa tras tanto agotamiento, sufrimiento, dolor, pero qué traumático para los que quedan. ¿Y si en el último minuto te das cuenta de que amaste poco, o demasiado, y que no fue correspondido, o bien, te asustarte tanto que te alejaste de ese sujeto quien te amaba como jamás amará a nadie más?

La epifanía de querer mostrar a la muerte como un acto que nos desprende de la vida como la conocemos y nos lleva a otro lugar, más hermoso, deslumbrante, paradisiaco dirían los creyentes, ¿no es más que la necesidad de querer creer que hay alguien que domina los procesos naturales, alguien invisible, superior?

Todos necesitamos creer en algo… por ejemplo, en un dogma, sea cual sea, en un político, en una forma de expresión, en una lucha, en un puño alzado que demuestre valor, ¿pero si todo eso realmente es el poder mismo de la mente de crear realidades que hacen a la realidad misma, más aceptable? ¿y si el ser humano nació por derecho revolucionario, subversivo? Hay filósofos que plantean que el hombre nace malo y que la sociedad los moldea… pero, ¿qué sucede con quienes no pueden ser moldeados? ¿Con quienes no reciben desde su vida intrauterina una pulsión acorde a lo que una vida significa, y ello conlleva a los demás desencadenantes del desarrollo, en los que predomina la pulsión de muerte, y con ella, la pulsión depresiva? Esa pulsión es la que nos lleva a tener intentos de suicidio, porque más allá que la terapia conductual intente modificar esa conducta, cuando prima esta pulsión, la depresión se hará cada vez menos evidente, para que dejen de molestar al sufrido, para que dejen de decirle cómo debería sentirse o qué hacer. Mientras tanto, las ideas no se van, siempre hay instantes en los que esa idea cruza por sus mentes, porque lo ven como una solución a sus problemas.

No obstante, quien en su vida intrauterina tuvo la contención y el vínculo sano e intersubjetivo luego de nacer, esta conducta no primará más que la pulsión de muerte, generando que el sujeto en desarrollo tenga proyectos a futuro que lo alejen por completo de la visión de la muerte, y ello prolongue su vida, por lo que su pulsión corresponderá a la de la vida misma.

Muchos han oído decir que, tras jubilarse, por dar un ejemplo, las personas decaen, se dejan estar, se vuelven dependientes, vulnerables, incapaces y no saben qué hacer con el tiempo que disponen y terminan muriendo por diversos factores que, aunque no queramos admitir, la depresión y el estrés originan, generan. Sin embargo, un jubilado que se mantiene activo, tiene una vida plena, llena de momentos felices, y envejecen más tardío.

Esto no quiere decir que la única enfermedad que genera esta pulsión de muerte sea la depresión, sino que, los desencadenantes del desarrollo del sujeto marcan los tipos de vínculos que sostiene, y con ello, las conductas que adoptan, como las conductas esquizoparanoides, paranoicas y, como ya dijimos, depresivas.

Una mente sana es una mente que se trabajó, se sobrepuso a sus obstáculos y sobrevivió a ellos saliendo airoso, atravesándolos con total ímpetu, diciendo “acá estoy yo, mi vida vale, yo valgo, ¡y miren hasta donde llegué!” y ello aplica a las etapas siguientes a la pubertad, donde comienzan los grandes cambios a nivel biológico, pero también neuronales, mentales y emocionales.

Las crisis de la vida son necesarias para llevarnos a un aprendizaje, y es cómo tomemos acción y reacción frente a ellas lo que van a determinar nuestro futuro. Cada situación o paradigma que se presenta, es para que el sujeto analice la forma de atravesarlo, obtener la resiliencia gracias a la inteligencia emocional que posee… ahora me pregunto, ¿Por qué no se enseña esto en las escuelas? ¿Cuántas vidas salvaríamos? ¿Cuántas personas sabrían el valor que tienen y que realmente pueden más de lo que les han hecho creer?

Una creación es algo que suele o no perdurar en el tiempo, y ello simboliza a la conducta humana… ¿estás listo para vivir?

Por @Mara Abigail Abrego Escritora

Profesora de Lengua y Literatura

Lic. en Filosofía

Psicóloga Social